- Fluorescentes.
- Baterías.
- Cartuchos de toner.
- Radiografías.
- Pilas.
- Teléfonos móviles y sus baterías y cargadores.
- Termómetros.
- Electrodomésticos y aparatos electrónicos.
- Aceite de motor.
- Pinturas.
- Disolventes.
- Productos de limpieza (lejía, amoníaco…).
- Pesticidas y similares.
| - Envases de aerosol llenos o medio llenos.
- Recipientes que han contenido residuos peligrosos.
- Envases de aerosol vacíos.
- Bombonas de butano.
- Residuos –líquidos, sólidos o gaseosos- sin identificar.
- Medicamentos (*).
- Cualquier residuo que contenga amianto (uralita, cemento de vidrio…)
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